Tras un descanso de tres meses que lo mantuvo apartado de la palestra musical, el reguetonero Arcángel confiesa haber recuperado “el hambre (musical) que tenía cuando era novato (hace cinco años)”.

Austin Santos, su nombre real, señala a Primera Hora que “uno se recuesta –que es donde está el error de uno– como artista. Llega un momento que los artistas pierden el hambre, pero no lo puedes descuidar por la calidad musical, porque esto es como el gimnasio, que si dejas de ir dos semanas cuando vuelves te van a doler los músculos”.

El artista asegura que la musa se apoderó de él durante su acuartelamiento, por lo que compuso 10 temas, que por lo general suele escribir en dos semanas. Asimismo, indica que cuenta con 80 canciones de su autoría.

“Yo nunca dije que me iba a retirar. Yo dije que iba a tomarme un descanso, que me hacía falta. Ahora me siento bien y estoy motivado otra vez. Quiero comerme la calle full. Dejé que los problemas se me metieran en la cabeza y no funcionaba igual. No tenía ganas de componer y no tenía ganas de hacer nada. Y dije, contra, ya que no puedo hacer nada porque estoy trancao, pues no vamos a hacer nada”, narra el solista, de 24 años de edad.

Pese a su aislamiento, no se cohibió de visitar el estudio de grabación porque no lo ve como trabajo sino como un entretenimiento, porque le fascina cantar y crear canciones.

Arcángel asegura que en su breve retiro se mantuvo escuchando también “mis canciones viejas y estaba copiándome a mí mismo porque esos temas eran muy míos y no todo el mundo los entendía. Y llegó un momento que yo era un egoista, que era todo lo que yo vivía y creo que la gente tiene hambre de escuchar eso”.

En tanto, señala que componía e interpretaba temas basados en el amor y no significaba que “yo estaba enamorado. Últimamente como que me cerré y cantaba todo lo mío y no se puede ser yoísta en la música”. Cuenta que su proyecto musical se parece mucho a La maravilla, que nunca salió a la venta por su pleito con Zion por su contrato de manejo y de discográfica, y el que decidió regalar a su fanaticada por Internet. Por cierto, Zion y él están de buenas y son amigos, según alega el vocalista.

Por eso, en su próximo álbum, Sentimiento, elegancia y maldad, retoma su fórmula musical porque “hay veces que la gente no está preparada para la evolución y si les gusta el corn beef, dale corn beef para que se sigan comiendo todo el plato porque es lo que quieren”.

Al retomar sus raíces musicales del reguetón básico, pero modernizado, dice: “Yo lo que quise fue complacerme y ahora volvimos al reguetón, que es una música bien fácil que no tiene ninguna ciencia para tocarla (suena sus dedos)”.

“El reggae pop se quemó y permitimos que el reguetón bajara un poquito (por sus fusiones con otros ritmos) porque lo descuidamos por pegar unas cuantas canciones que no eran reguetón y las canciones que se están promocionando ahora son back to the music 2005, que es el dembow, que no es ninguna ciencia”.