La revolución del streaming ha hecho maravillas con la música latina, permitiendo que cualquier persona en el mundo se enamore de las últimas innovaciones de Buenos Aires, Lima o Santo Domingo, sin importar cuán oscura pueda ser. El reggaetón y varias fusiones urbanas dominan las listas, convirtiéndose efectivamente en la nueva cara del pop latino, pero también hay espacio para álbumes maravillosos en los géneros rock, afrocaribeño y brasileño. Aquí hay una selección de 10 álbumes superlativos de la década, uno por país (o territorio estadounidense, en el caso de Puerto Rico). Como siempre con este tipo de lista, muchos contendientes fuertes se han quedado atrás. Aún así, todas estas son adiciones indispensables para cualquier colección completa de música latina.
ARGENTINA
Él Mató a un Policía Motorizado, “La Síntesis O’Konor” (Nacional, 2017)
Junto con México, Argentina ha sido el epicentro del rock latino desde sus inicios. El nuevo rayo de esperanza del género llegó disfrazado de una banda sin pretensiones de la ciudad provincial de La Plata, influenciada por héroes independientes como My Bloody Valentine y The Pixies. Como cualquier banda de rock en español que valga la pena, Él Mató a un Policía Motorizado convierte esas influencias anglosajonas en algo novedoso al incorporar el poder evocador del idioma español y melodías dolorosamente hermosas marcadas por una distintiva sensibilidad sudamericana. Una historia breve e hipnótica, “La Síntesis O’Konor” es el más completo de los tres álbumes que el grupo lanzó en esta década. Pista imprescindible: “El Tesoro”
BRASIL
Marisa Monte, “O Que Você Quer Saber de Verdade” (EMI, 2011)
Desde Mallu Magalhães y Rubel hasta Tulipa Ruiz y Céu, esta última década nos ha dado suficientes álbumes maravillosos de artistas brasileños para llenar una lista completa. Una sesión luminosa definida por las magníficas inflexiones de su voz, el octavo álbum de Monte la encuentra honrando la inocencia de la tropicália de los años 60 con una versión etérea de “Descalço No Parque” de Jorge Ben Jor, y luego inventa un himno instantáneo de MPB en “Depois”, colaborando con Arnaldo Antunes y Carlinhos Brown, miembros del supergrupo Tribalistas. Este fue el disco que reconfirmó a Monte como el artista más trascendente que trabaja en el pop brasileño contemporáneo. Pista que debe transmitirse: “Depois”.
CHILE
Ana Tijoux, “La Bala” (Nacional, 2011)
La música latina nunca ha sido la misma desde que la rapera chilena lanzó su segundo álbum en solitario, “1977", en 2010. Esta continuación de “1977" es aún mejor, una suntuosa fusión de hip-hop, soul y orquesta de la vieja escuela. paisajes sonoros Un dúo con el trovador uruguayo Jorge Drexler, “Sacar La Voz” es tierno y emotivo. Brillantemente arreglado por Andrés Celis, “Desclasificado” suena como una mini sinfonía de rap que canaliza Prokofiev. Pista imprescindible: “Desclasificado”.
J Balvin
J Balvin actuando en los Latin Grammys 2015.
(Chris Pizzello/Invision/Associated Press)
COLOMBIA
J Balvin, “Vibras” (Universal Latino, 2018)
Ningún género ha polarizado a los fanáticos de la música latina como el reggaetón. Los creadores de gusto cultos se apresuraron a anunciar que señalaba el fin de la civilización tal como la conocíamos: un nadir estético, el apocalipsis ahora. Es cierto que parte de esto puede ser vulgar y peatonal. Pero el reggaetón tiene belleza e imaginación de sobra. J Balvin, nacido en Medellín, interpretó el ritmo alegre e ineludible del género, arraigado en el reggae panameño, que a menudo olvidamos, y estampado el reggaetón como el ADN de un nuevo movimiento pop global en español. Con espacios para invitados de Rosalía de España y Carla Morrison de México, “Vibras” es una obra maestra del género. Pista imprescindible: “Mi Gente”.
CUBA
Alexander Abreu & Havana D’Primera, “Pasaporte” (Páfata Productions, 2013)
Una frenética fusión de salsa y funk, la timba ha dominado los discos que salen de Cuba durante los últimos 30 años. El cantante y trompetista Alexander Abreu pasó la última década actualizando y refinando el sonido de la timba con su banda Havana D’Primera. Podría decirse que “Pasaporte” es su mejor esfuerzo, una sesión nítida de ritmos de baile afrocubanos interpretados a la velocidad de la luz, con arreglos de latón impecables y tumbaos de piano de araña. Pista imprescindible: “Pa’ Mi Gente ".
REPUBLICA DOMINICANA
Vicente García, “A la Mar” (Sony, 2016)
Antes de que Juan Luis Guerra emergiera en los años 90, la bachata estaba mal vista en su República Dominicana natal, la tosca comida de los desfavorecidos. Guerra corrigió esto sin ayuda, mostrando la bachata como un formato de canción delicado lleno de sutileza y gracia. También de Santo Domingo, el cantante y compositor Vicente García retomó donde Guerra lo dejó, abordando el sencillo pop tropical como un objeto de arte cosmopolita. En el nocturno “Carmesí", evoca fragilidad y esperanza, mostrando el tipo de composición segura de sí mismo que se remonta a la época dorada del bolero. Pista imprescindible: “Carmesí".
Natalia Lafourcade
Natalia Lafourcade en el Hollywood Bowl de Los Ángeles.
(Craig T. Mathew and Greg Grudt/Mathew Imaging/Los Angeles Philharmonic
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MEXICO
Natalia Lafourcade, “Hasta la Raíz” (Sony, 2015)
En contra de cualquier predicción razonable, la cantante y compositora mexicana se ha establecido como una de las artistas más populares en todo el continente americano a pesar de que ha favorecido algunas elecciones musicales muy inusuales: un ciclo sinfónico dedicado a las estaciones, un homenaje a la leyenda del bolero Agustín Lara , un álbum de gemas folklóricas del tesoro latino. Pero el pop-rock directo es el fuerte de Lafourcade, y “Hasta la Raíz” la encontró en un pico de inspiración, recuperándose de un desamor romántico y canalizando su amor por las progresiones retro armónicas. Cualquiera que haya visto a Lafourcade en concierto delira sobre el patetismo en su voz. Sería un error ignorar su regalo para los ganchos pop azucarados. Pista imprescindible: “Mi Lugar Favorito”.
PUERTO RICO
iLé, “iLevitable” (Sony, 2016)
Como incluía el himno “Latinoamérica”, “Entren Los Que Quieran” 2010 de Calle 13 fue una elección natural para el mejor álbum puertorriqueño de la década. Pero sucede que la vocalista femenina de Calle 13, iLe, lanzó su propia revolución sonora al mismo tiempo. El joven de 30 años se aventuró lejos de los sonidos urbanos de la banda, centrándose en cambio en una reinvención de la música tropical. Sus dos álbumes son indispensables, pero el primero gana puntos extra por la fuerza de un boogaloo estridente (“Te Quiero con Bugalú") y un dueto de bolero humeante con el padrino de salsa Cheo Feliciano, quien murió en 2014. Pista impresindible: “Te Quiero con Bugalú ".
ESPAÑA
Rosalía, “El Mal Querer” (Columbia, 2018)
La música latina necesitaba urgentemente aire fresco a fines de la década. “El Mal Querer” de Rosalía, un recorrido conceptual sobre una historia de amor que se volvió amarga. Después de completar estudios académicos sobre flamenco, Rosalía Vila Tobella se asoció con el productor El Guincho para una fusión de flamenco y los éxitos del hip-hop que creció escuchando. Sintiéndose más como un ritual sonoro místico que como un álbum real, “El Mal Querer” rezuma actitud y grandeza. Le permitió a Rosalía trascender las restricciones de la música latina, convirtiéndose en un fenómeno comercial y mundialmente querido. Pista imprescindible: “Malamente”.
ESTADOS UNIDOS
Orquesta Narvaez, “65 Infantería” (Dewell Narvaez, 2013)
La Orquesta Narváez surgió durante el vértice de la explosión de salsa en Nueva York, lanzando un álbum solitario en 1975 que rápidamente se convirtió en un elemento de culto. Dirigida por el trombonista Dewell Narváez, la orquesta regresó en 2013 para una impresionante sesión de regreso que logró hacer que la salsa de cadera clásica volviera a ser. Desde el percolador “El Otoño”, con toques elegantes de samba brasileña, hasta la terrenalidad del tributo a Arsenio Rodríguez “Bruja Mariqua”, “65 Infantería” suena a la vez maduro y orgiastic, el álbum de salsa más seguro de la década. Pista imprescindible: “El Otoño”.