Luis Segura y la bachata bailan “añoñaitos” desde los mismos inicios del género autóctono dominicano. Y que la Unesco lo haya declarado patrimonio cultural inmaterial de la humanidad tiene a este pionero henchido de felicidad porque se considera su padre musical y su tema “Pena por ti” el himno por excelencia, o el más representativo.
El veterano músico anda que no cabe en la ropa porque ese día, 11 de diciembre de 2019, cuando se hizo la proclama en Bogotá, la canción que se cantó de manera espontánea en el salón de reuniones fue su emblemática “Pena”, reafirmándola como referente de la bachata.
“Para mí escuchar mi canción en la Unesco fue un momento de mucha emoción... Una canción que ha dado tanta agua a beber, una canción que todo ese montón de bachateros que tú ves ahora viene, la mayoría, de ahí, de ese tema, de Pena...”, afirmó Segura a Listín Diario.
Un himno
¿Se convierte Pena, don Luis, en el himno por excelencia de la bachata?, se le pregunta. Su respuesta: “Claro, para mí sí”.
El tema “Pena” fue grabado en 1982 y en lo que restó de ese año y todo el 1983 fue el más popular en las emisoras.
Esa bachata tiene varias historias. Una de ellas es que la inspiración le surgió tras escuchar a alguien que dijo: “Yo tengo pena en el alma...”.
El intérprete de “Cariñito de mi vida” (su primera bachata grabada en 1963) vivió en carne propia el rechazo social a la música de amargue, como le llamaban en la primera década.
“Te relajaban en tu cara, te discriminaban, pero yo dije: yo voy pa¥lante, Dios míoÖ de ahí que casi todas mis canciones llevan una mención a Dios. Yo dije que iba seguir aunque me atacaban mucho. Me decían que me pusiera a cantar otra cosa y no esa música de guardia cobrao. Y mira dónde está esa música ahora”, expresó.
Después de la pegada de “Pena” fue que la bachata comenzó a tener aceptación en otras esferas sociales. El mismo término comenzó a sobresalir a partir de esa época porque anteriormente lo usual era llamarle música de amargue.
“Yo me sentía mal cuando le decían bachata porque la discriminaban tanto que yo dije: ¿qué será lo que están buscando ahora?”, manifestó el artista que en junio cumplirá 80 años de edad y más de 60 en la música.
El mote de “Papá” se lo puso su disquera en una época porque “entendían que yo siempre me mantuve activo en la bachata desde el primer día que grabé y a ellos la gente le decía: - dame la canción de papá”.
Entonces, ¿usted se siente el papá de la bachata?. Su respuesta: “Claro, me siento ser el papá de la bachata”.
Al anotarle que hay más cantantes que por igual se autoproclaman padres del ritmo, sostuvo que “cuando se hacen cosas como la que se hizo (lo de la Unesco) todo el mundo quiere ser el primero, pero cuando se hizo la proclama fue cantando mi bachata”.
MÁS CERCA
Emisoras.
Para entonces, 1982-1983, Segura tenía un contrato con la disquera La Guarachita, que también tenía la emisora líder en bachata, Radio Guarachita, que transmitía en la frecuencia de amplitud modulada (AM), de donde fue excluida de la programación porque el bachatero y el disquero-radiodifusor Radhamés Aracena no renovaron el acuerdo porque el artista no estuvo conforme con los nuevos términos.
Cuando fue excluida de Radio Guarachita, la gente comenzó a pedirla a otras emisoras de AM y llegó a una emisora de la frecuencia modulada (FM) que solo tocaba baladas, Radio Mil Estereófonica, que ayudó a convertirla en un fenómeno popular que llegó a todas las clases sociales del país.
“Radhamés la sacó de la programación porque no acepté el contrato y es que yo vi las letras chiquitas y ajá era un contrato que más o menos me di cuenta que me quería amarrar otra vez y por eso me había dado cinco mil pesos de regalía, que para entonces era mucho dinero, pero no acepté”, recordó.
Con “Pena” también libró una feroz batalla contra quienes se oponían a que se presentara en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, cuyo rector José Joaquín Bidó Medina, se unió a ese rechazo para que cantara en el centro universitario.

Su sentir
En realidad, “casi todas mis canciones dan deseos de llorar porque yo siempre ando lleno de pena. La gente siempre me decía antes: - pero ven acá, tú eres un muchacho joven y siempre estás como que se acabó el mundo para ti”.
Aunque nació Mao, donde creció con influencias de la música típica (su padre era músico típico), el bolero y los tríos le llamaban más la atención.
“Yo escuchaba mucho a  los tríos mexicanos y Julio Jaramillo, mi favorito, y cantaba con mucho sentimiento”, comentó.
Luego agregó: “Siempre he dicho que la bachata si no es sentimiento no es bachata. Hay cantidad de bachateros que cantan por cantar, pero la bachata tiene que ser de adentro, de aquí del alma”.